sábado, 15 de setembro de 2007

"Pienso que todos los hombres tienen derecho a la cultura..." [texto completo!]

Señoras y Señores
Colegas y amigos:

Quiero en primer lugar expresar mis mejores agradecimientos a todas las personas que han querido honrarme con su presencia en esta reunión, que me ha emocionado profundamente.
Llevo 43 años de actividad, como trabajador científico, realizada principalmente en tres países: Portugal, Brasil y Argentina.
No existen caminos fáciles. De un modo general he encontrado en mi trabajo dificultades de mayor o menor grado según los países y las circunstancias particulares del contexto ambiental, que cambia en forma constante.
¿Cuáles son las ideas de carácter general que dominaron mi espíritu al final de una vida dedicada al trabajo científico?
En primer lugar pienso que la observación, la experimentación y el razonamiento, como es bien conocido son los pilares del conocimiento humano.
Se trata de una convicción profunda que he mantenido a lo largo de toda mi vida, juntamente con muchísimos otros, con vivo rechazo de todo tipo de tendencias irracionales.
La observación del mundo exterior ha motivado, por cierto, la creación de muchas ramas de la matemática, dándoles el impulso inicial.
Pero una característica esencial de esta disciplina consiste en no hacer afirmaciones sin demostrarlas, sin probarlas por medio de razonamientos adecuados. En esto reside el encanto de la matemática.
El arte de razonar es el instrumento fundamental que se usa para labrar el terreno de esta disciplina.
Pero dado un conjunto de postulados el desarrollo de sus consecuencias no está automáticamente determinado. Existen muchos caminos posibles. Hay que elegir. Por un lado están las nociones nuevas que hay que introducir (por medio de definiciones) y las relaciones entre ellas que es necesario describir.
Se trata en realidad de un viaje poético por caminos desconocidos que tiene todas las características de una aventura apasionante.
Aparentemente en su desarrollo intervienen la imaginación, las consideraciones de carácter estético y filosófico, la observación ó el descubrimiento de analogías, el poder de síntesis, de análisis, etc. Encontrar una perspectiva, escalar caminos difíciles y desconocidos, para llegar eventualmente a un punto de vista destacado y contemplar el paisaje circundante; son posibilidades que mueven el espíritu del estudioso.
Uno percibe de pronto todas las dificultades que se presentan en un trabajo de esta naturaleza y al disfrutar de un paisaje maravilloso en algunos caminos que otros abrirán se adquieren dos virtudes irreemplazables; la humildad y el respeto por la actividad del investigador científico.
En esta aventura de la razón no es posible hacer abstracción del uso que se hace de los resultados obtenidos en el campo de la investigación, ni de sus motivaciones; para el Bien o para el Mal. Disyuntiva siempre presente en el curso de la Historia, en la cual intervienen todos los hombres, cuanto mas no sea por su indiferencia.
Pienso que todos los hombres tienen derecho a la cultura y espero que llegará pronto la era en que todos ellos podrán satisfacer plenamente sus necesidades de orden material, sin distinciones de ninguna naturaleza.
Paralelamente todos deben tener consciencia de sus deberes y obligaciones, trabajando de acuerdo con sus posibilidades, para el bien de la humanidad.
Esto será posible si la generación actual, y en particular los jóvenes, se proponen alcanzar esos objetivos por caminos inteligentes y adecuados para cada contexto.
Las ciencias matemáticas, como todas las otras, tienen un importante rol a desempeñar en la construcción de un mundo mejor.
Pensar de esta forma es un deber, creo yo, pero se trata de un pensamiento de muchos millones de hombres y que tiene profundas raíces en la historia.
Estas son mis convicciones y mis deseos mas profundos.
Como trabajador científico me he limitado a cumplir con mis deberes. Otros méritos no tengo. Mal puedo justificar las atenciones que recibo en el día de hoy y solo quisiera expresar en pocas palabras mi reconocimiento.

António Aniceto Monteiro (1974?)


Este deve ser o discurso de agradecimento por lhe ter sido outorgado o título de Membro Honorário da União Matemática Argentina (1 de Outubro de 1974). Agradecimentos ao Prof. Luiz Monteiro que o transcreveu. Pertence ao espólio de António Aniceto Monteiro.
NOTA: Infelizmente, na FOTOBIOGRAFIA (páginas 142-143 (*)), este texto está cortado a partir de "Esto será posible..."
(*) Aparece com o título "Como trabajador científico me he limitado a cumplir con mis deberes..."
Ver: